Hay un área del mundo web que se encarga del “posicionamiento orgánico”. Traducido a palabras simples, se trata de lograr que un sitio sea tenido en cuenta por los motores de búsqueda en base a su relevancia, autoridad y calidad del contenido.
Es decir que una web posicionada orgánicamente es una web que fue ganando un espacio en internet a fuerza de sí misma y no por estar motorizada con publicidad.
Esto se logra con un buen SEO (No con C, sino con S).
SEO es la sigla de Search Engine Optimization y es la optimización de las páginas web de modo tal que los buscadores como Google, Bing, Yahoo, DuckDuckGo, Ecosia, y otros entiendan qué está ofreciendo esa página y la elijan para mostrar como resultado relevante.
Se trata de una exquisita clasificación que hacen estos motores sobre cada sitio que rastrean y que encuentran publicado.
Por ejemplo, cuando alguien pone en el buscador “fábrica de paneles solares”, el motor relevará entre toda la información que tiene guardada qué páginas web coinciden con esa búsqueda. Va a encontrar muchas, así que decidirá cuál ofrece primero y cuáles después según muchas variables:
- Velocidad de carga
- Tiempo de permanencia de los usuarios en el sitio (Tasa de rebote)
- La manera en que está construida la arquitectura de esa página
- Su accesibilidad
- Y otros detalles técnicos, semánticos y de contenido.
Un diseño web sostenible ayuda muchísimo al posicionamiento de una web, porque ofrece todo aquello que los buscadores valoran:
- Performance y eficiencia
- Jerarquización del contenido
- Herramientas de accesibilidad.
Optar por una web sustentable es mucho más que un compromiso con lo ambiental.
También es mucho más que mostrar coherencia.
Es una inversión más inteligente para el crecimiento de la organización.